Ejemplo de Argumnetación
jueves, 25 de marzo de 2010
¿Hay situación de enunciación del discurso argumentativo?
Concurso de argumentación
Las Falacias
Las falacias 2
Las falacias 3
Las falacias 4
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Comentario de Bodas de sangre Federico García Lorca
En las venas tiene que ir la pasión de una sangre que lleva hasta las pasiones más peligrosas. Garcia Lorca sabía muy bien como era este tipo de pasiones que hacía llevar a sus personajes hasta la muerte, porque conocía muy bien al pueblo que le rodeaba.
Cuando hierve la sangre, el hombre puede llegar a actos inimaginables y ésto ocurre en esta gran obra que, basada principalmente en personajes femeninos, son sin embargo, los masculinos los que llevan el ritmo de sentimientos y de pasiones.
Y tenemos a la madre en el primer acto que ha perdido a su marido y a uno de sus hijos a mano de una familia, Los Félix y en su corazón reina el temor de perder al único que le queda vivo. Casualidades de la vida hacen que la tragedia no se separe de esta mujer que ve como su hijo cae en amores con una joven de familia bien y sin saber que antes fue la novia de una los miembros de los Félix, casado en la actualidad.
Aunque el amor de la joven está patente en su relación con el joven, queda aún un rescoldo de fuego en su corazón por Leonardo, joven figurante y chuleón que no satisfecho con su estado actual, aún está prendado de la joven. La pasión hace el resto y enfrenta a los dos hombres por una mujer que al final no será de ninguno de los dos.
Federico mata a sus personajes, y los mata precisamente de la pasión que llevan dentro. Son seres atormentados (quizás un poco como lo fué él también) y ese tormento de no encontrarse nunca en paz consigo mismo, los lleva a situaciones límites como son el enfrentamiento por una mujer.
La otra característica de la obra es la parte culpable de este desenlace fatal, curiosamente siempre es la mujer la que levanta las pasiones, la que hace que el fuego renazca donde debe de estar apagado. La llameante figura de la mujer que se hace todo de la nada del fuego.
Y la sangre, esa sangre roja, símbolo de la pasión desatada, por la que los hombres dejarán honra y honor y correrán a buscar el objeto del oscuro deseo. El final se presiente desde el comienzo. La sangre corre en la escenas finales, cuando los dos cuerpos viriles yacen como marionetas rotas y las mujeres lloran lágrimas de dolor.
Federico, como es habitual también en él coloca en el centro de la tragedia a dos personajes curiosos; que no son tales: la muerte y la luna. Quizás porque sus obras son una búsqueda de ese estado fatal y final de todas las tragedias y la hace mujer para que sea testigo desde un principio de lo que acontece al final y por supuesto
Federico es poesía, pero es tragedía sin límites, porque le es dificil conocer el amor sin sufrimiento, quizás porque su peculiar forma de ser le hacía verlo de esa manera.
Obra densa, sentimientos a flor de piel, pasiones desatadas y al final la muerte.
Ese es el contenido de estas bodas de sangre, porque realmente la sangre es la única que se casa con todos.
Personajes:
Tragedia en tres actos y siete cuadros (1933).
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